martes, 26 de noviembre de 2013

QUINTA PREGUNTA

¿QUIÉN ES DIOS?  ¿DÓNDE ESTÁ?

Es una de las preguntas centrales y más importante de este tema.
Como siempre vamos a abordarla desde tu opinión personal y con el aporte de diversos textos y otros materiales.

EL PAPA SE REFIERE A DIOS COMO EL PADRE QUE SIEMPRE PERDONA

http://www.youtube.com/watch?v=cvdCoiORYwA&list=PL6fwHTmIQ4482dfrLFI9BnsjGtn0ubJtd&index=13

Y ESTE TEXTO DEL MIERCOLES 27


Texto de la catequesis del papa Francisco en la audiencia del miércoles

El santo padre recuerda que nuestra vida no termina con la muerte. Quien practica la misericordia no teme a la muerte

Ciudad del Vaticano, (Zenit.org) Redacción | 652 hits

Queridos hermanos y hermanas,
¡felicidades porque son valientes, con el frío que hace en la plaza, son verdaderamente valientes!
Deseo llevar a término las catequesis sobre el Credo, desarrolladas durante el Año de la Fe, que concluyó el domingo pasado. En esta catequesis y en la próxima quisiera considerar el tema de la resurrección de la carne, deteniéndome en dos aspectos tal y como los presenta el Catecismo de la Iglesia Católica, es decir, nuestro morir y resucitar en Jesucristo. Hoy me detengo en el primer aspecto, el “morir en Cristo”.

1. Hay una forma equivocada de mirar la muerte. La muerte nos afecta a todos y nos interroga de modo profundo, especialmente cuando nos toca de cerca, o cuando afecta a los pequeños, a los indefensos de una forma que nos resulta “escandalosa”. Siempre me ha afectado la pregunta: ¿por qué sufren los niños?, ¿por qué mueren los niños? Si se entiende como el final de todo, la muerte asusta, aterroriza, se transforma en amenaza que rompe todo sueño, toda perspectiva, que rompe toda relación e interrumpe todo camino. Esto sucede cuando consideramos nuestra vida como un tiempo encerrado entre dos polos: el nacimiento y la muerte; cuando no creemos en un horizonte que va más allá de la vida presente; cuando se vive como si Dios no existiera. Esta concepción de la muerte es típica del pensamiento ateo, que interpreta la existencia como un encontrarse casualmente en el mundo y un caminar hacia la nada. Pero existe también un ateísmo práctico, que es un vivir sólo para los propios intereses y las cosas terrenas. Si nos dejamos llevar por esta visión errónea de la muerte, no tenemos otra opción que la de ocultar la muerte, negarla, o de banalizarla, para que no nos de miedo.

2. Pero a esta falsa solución se rebela el corazón del hombre, su deseo de infinito, su nostalgia de la eternidad. Y entonces, ¿cuál es el sentido cristiano de la muerte? Si miramos a los momentos más dolorosos de nuestra vida, cuando perdemos a una persona querida -los padres, un hermano, una hermana, un esposo, un hijo, un amigo– nos damos cuenta que, incluso en el drama de la pérdida, doloridos por la separación, surge del corazón la convicción de que no puede haber acabado todo, que el bien dado y recibido no ha sido inútil. Hay un instinto poderoso dentro de nosotros, que nos dice que nuestra vida no termina con la muerte. ¡Esto es verdad! ¡Nuestra vida no termina con la muerte!

Esta sed de vida ha encontrado su respuesta real y confiable en la resurrección de Jesucristo. La resurrección de Jesús no da sólo la certeza de la vida después de la muerte, sino que ilumina también el misterio mismo de la muerte de cada uno de nosotros. Si vivimos unidos a Jesús, fieles a Él, seremos capaces de afrontar con esperanza y serenidad también el paso de la muerte. La Iglesia de hecho reza: “Si bien nos entristece la certidumbre de tener que morir, nos consuela la promesa de la inmortalidad futura”. Una bonita oración de la Iglesia, esta. Una persona tiende a morir como ha vivido. Si mi vida ha sido un camino con el Señor, de confianza en su inmensa misericordia, estaré preparado para aceptar el momento último de mi existencia terrena como el definitivo abandono confiado en sus manos acogedoras, en la esperanza de contemplar cara a cara su rostro. Y esto es lo más bello que puede sucedernos, contemplar cara a cara el rostro maravilloso del Señor, verlo a él, tan hermoso, lleno de luz, lleno de amor, lleno de ternura. Nosotros vamos hacia allí, a encontrarnos con el Señor.
          
3. En este horizonte se comprende la invitación de Jesús de estar siempre preparados, vigilantes, sabiendo que la vida en este mundo se nos ha dado para prepararnos a la otra vida, con el Padre celeste. Y para esto hay siempre una vía segura: prepararse bien a la muerte, estando cerca de Jesús. ¿Y cómo estamos cerca de Jesús? Con la oración, en los sacramentos y también en la práctica de la caridad. Recordemos que Él está presente en los más débiles y necesitados. Él mismo se identificó con ellos, en la famosa parábola del juicio final, cuando dice: “Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, era extranjero y me acogisteis, desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, estaba en la cárcel y vinisteis a verme. Todo lo que hicisteis con estos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis” (Mt25,35-36.40). Por tanto, un camino seguro es recuperar el sentido de la caridad cristiana y de la compartición fraterna, curar las heridas corporales y espirituales de nuestro prójimo. La solidaridad en compartir el dolor e infundir esperanza es premisa y condición para recibir en herencia el Reino preparado para nosotros.  Quien practica la misericordia no teme a la muerte. Pensad bien en esto. Quien practica la misericordia no teme a la muerte. ¿Estáis de acuerdo? ¿Lo decimos juntos para no olvidarlo? Quien practica la misericordia no teme a la muerte. Otra vez. Quien practica la misericordia no teme a la muerte. ¿Y por qué no teme a la muerte? Porque la mira a la cara en las heridas de los hermanos, y la supera con el amor de Jesucristo.
Si abrimos la puerta de nuestra vida y de nuestro corazón a los hermanos más pequeños, entonces también nuestra muerte se convertirá en una puerta que nos introducirá en el cielo, en la patria beata, hacia la que nos dirigimos, anhelando morar para siempre con nuestro Padre, con Jesús, María y los santos.

UN VIDEO CURIOSO SOBRE DIOS

http://www.youtube.com/watch?v=us9IiZ6LoLM

TEXTO 1. POEMA DE GLORIA FUERTES

Poema del día: "Un hombre pregunta...", de Gloria Fuertes (España, 1917-1998)

¿Dónde está Dios? Se ve, o no se ve.
Si te tienen que decir dónde está Dios, Dios se marcha.
De nada vale que te diga que vive en tu garganta.
Que Dios está en las flores y en los granos, en los pájaros y en las llagas,
en lo feo, en lo triste, en el aire, en el agua;
Dios está en el mar y a veces en el templo,
Dios está en el dolor que queda y en el viejo que pasa
en la madre que pare y en la garrapata,
en la mujer pública y en la torre de la mezquita blanca.
Dios está en la mina y en la plaza,
es verdad que está en todas partes, pero hay que verle,
sin preguntar que dónde está como si fuera mineral o planta.
Quédate en silencio,
mírate la cara.
el misterio de que veas y sientas,
¿no basta?
Pasa un niño cantando,
tú le amas,
ahí está Dios.
Le tienes en la lengua cuando cantas
en la voz cuando blasfemas,
y cuando preguntas que dónde está,
esa curiosidad es Dios, que camina por tu sangre amarga,
en los ojos le tienes cuando ríes,
en las venas cuando amas,
ahí está Dios, en ti,
pero tienes que verle tú,
de nada vale quién te le señale,
quién te diga que está en la ermita, de nada,
has de sentirle tú,
trepando, arañando, limpiando,
las paredes de tu casa:
de nada vale que te diga que está en las manos de todo el que trabaja,
que se va de las manos del guerrero,
aunque éste comulgue, practique cualquier religión, dogma o rama;
huye de las manos del que reza y no ama,
del que va a misa y no enciende a los pobres velas de esperanza;
suele estar en el suburbio a altas horas de la madrugada,
En el hospital, y en la casa enrejada.

Dios está en eso tan sin nombre
que te sucede cuando algo te encanta,
pero de nada vale que te diga que Dios está
en cada ser que pasa.

Si te angustia ese hombre que compra alpargatas,
si te inquieta la vida del que sube y no baja,
si te olvidas de ti y de aquéllos, y te empeñas en nada,
si sin por qué una angustia se te enquista en la entraña,
si amaneces un día silbando a la mañana
y sonríes a todos y a todos das las gracias,
Dios está en ti, debajo mismo de tu corbata.

Gloria Fuertes en Antología, incluido en Obras completas (Ediciones Cátedra, Madrid, 1984).


 TEXTO 2

EL DIOS EN QUIEN NO CREO



LAS FALSAS IMÁGENES DE DIOS


" Personalmente, yo no creería jamás:

    - En un Dios que amase el sufrimiento y no la alegría.
    - En un Dios que no se dejase tutear.
    - En un Dios que fuera exclusivo de una Iglesia, una raza o una cultura     
      determinada.
    - En un Dios que juzgase siempre con el reglamento en la mano.
    - En un Dios que se arrepintiese de haberle dado libertad al hombre.
    - En un Dios que hubiese formado unos discípulos desertores de las tareas del
      mundo e indiferentes a la historia de los hombres.
    - En un Dios al que sólo se le pudiese rezar de rodillas, o al que sólo se le    
      pudiese encontrar en las iglesias.
    - En un Dios que honran los que van a misa y luego siguen robando.
    - En un Dios que colocase la ley por encima de la conciencia.
    - En un Dios que prefiriese a los ricos.
    - En un Dios al que creen amar algunos porque ellos no aman a nadie.
    - En un Dios que fuese capaz de hacer feliz eternamente a quien hubiese      
      pasado por la tierra  sin hacer feliz a nadie. " 

                                                        (Juan Arias: "El Dios en quien no creo")                 


           " Si te asalta el pensamiento de que todo cuanto has imaginado sobre Dios es falso y equivocado y que Dios no existe, no te sobresaltes por eso. A todos les sucede lo mismo. Pero no creas que tu incredulidad procede de que Dios no existe. Si ya no puedes creer en el Dios en que antes creías, esto se debe a que en tu fe había algo equivocado y tienes que esforzarte en comprender mejor eso que llamas Dios. Cuando un salvaje deja de creer en su dios de madera, eso no significa que no hay Dios, sino que el verdadero Dios no es de madera."                      
                                                                                    (León Tolstoi)


      "Señor, creo en Ti. Pero ves bien que vivo como si no creyera. Tal vez tenga yo misma un poco de culpa. Pero lo que más me ha alejado de Ti es ver que quienes me aconsejaban un camino y la práctica de una virtud o la frecuencia de un contacto contigo eran, precisamente, quienes hacían lo contrario. ..Por eso, si no he de cumplir más que de labios afuera, prefiero no cumplir. Antes te temía. El temor es absurdo y triste. Lo hermoso es amar, amar a todos, siempre"

                                                  (Carta a Dios de una chica adolescente)


 TEXTO TRES



DIOS VISTO POR LOS ADOLESCENTES

PARA MÍ DIOS ES TODO                                            
Dios, para mí, es un misterio, un misterio que veo a veces y siento siempre. Para mí Dios es todo, algo o alguien a quien le cuento todo lo malo y lo bueno. Aunque a veces creo que, en los malos momentos de mi vida, Dios no está conmigo, poco a poco veo que sí está, está conmigo, con mi familia, con mis amigos, con todos.. A veces yo veo a Dios en una simple estampita, pero en realidad sé que Dios vive en todo lo natural. Creo que Dios nunca deja a las personas desamparadas, que Dios parece una muleta que ayuda a caminar; es un maestro que te dirige por el camino más adecuado, el camino que lleva  a su casa (el cielo), un cielo que para mí es mucho, que significa demasiado. (Mª Teresa)
Creo que tienes una gran sensibilidad, Teresa y “sientes” que Dios está en todo lo bueno que existe a tu alrededor, pero también en la capacidad de amar que hay entre las gentes, en la que posees tú. Afirmas con seguridad que Dios está siempre con nosotros, contigo. Pero ten presente una cosa: Dios está, no es... un árbol, una flor, el gesto de amar... Parece lo mismo, pero no lo es. Dios es una realidad personal distinta de nosotros, de la naturaleza, que somos y son criaturas suyas. Tenlo en cuenta, porque a veces nos dejamos llevar de nuestros sentimientos y no advertimos estos detalles importantes.

 CREO QUE DIOS ES ALGUIEN INVENTADO POR LOS HOMBRES
El hombre utiliza las mediaciones para llegar hasta Dios, pero ¿sabemos seguro si Dios existe? Yo creo que Dios es alguien inventado por el hombre para tener fe en algo, y para cuando nos sintamos solos creernos o pensar que lo tenemos cerca nuestra, aunque no lo veamos, y así el hombre se siente más seguro. (Évelyn)
Me planteas una actitud agnóstica, que hubiera sido interesante plantear más en clase. Para el creyente Dios es el Creador de todo lo que existe, pero no se trata sólo de un ser superior que permanece al margen de lo creado, sino que –como dice Jesús- Dios es un Padre, Alguien que quiere al hombre y trata de ayudarlo desde el Amor. No tendría sentido un Dios creado por el hombre. No sería Dios ni habría religiones, sino sólo un montaje donde el hombre se engaña a sí mismo.
Para el creyente, Dios no sólo existe, sino que hace posible un Sentido para la vida, más allá de la muerte..., nos dice que somos algo más que materia, nos ofrece un camino para ser felices.


CUANDO ME PREGUNTAN POR DIOS, ME QUEDO CALLADA

Bueno, para mí la religión es una buena reflexión porque me ayuda a comprender mis sentimientos y encontrar a Dios en mi corazón, aunque sea pocas veces, porque otras creo que Dios no está con nosotros, mejor dicho, conmigo. Cuando me preguntan quién es Dios para mí, no sé qué responder y me quedo callada. (Ángela)
Dios es un gran Misterio: no se ve, pero se siente en la vida, aunque muchas veces parece que no está. No te preocupes. Lo importante es ser sincero como tú lo eres y plantearte en conciencia si Dios significa algo para ti... La fe es siempre un encuentro con Dios y ese encuentro se realiza en nuestro corazón, porque es lo más auténtico que tenemos como personas. Dios entonces es como la Verdad que me da sentido a lo que hago, como ese sentimiento que te llena en los momentos de felicidad, ese darte cuenta de que hay algo que nunca muere, una realidad que está sin ser vista, por debajo de las apariencias... No sé... un Misterio, en definitiva, que no puedes ver, que te causa dudas y ante el que hay que arriesgarse a decir sí... o no, y en ello te va mucho. Como dice San Juan “Quien ama, conoce a Dios porque Dios es Amor”. Dios no es algo sólo racional o material, no es una verdad intelectual.

SI DUDAS, “CHUNGO”

Mira, Carlos. Para ser claros, le voy a decir que yo no tengo muy claro algunos puntos de la religión. Yo creo en la amistad, sé que los amigos es lo mejor que me ha pasado en mi vida. También creo en el amor, porque yo quiero a mucha gente. También creo en el amor de pareja porque en muchos momentos he estado enamorado y también he pasado malos momentos por culpa de las chicas.... Pero eso de que exista un Dios, no sé, no sé... Dios quiere que todos seamos felices y muy poca gente presume de ello. No sé, hay muchas desgracias en la vida, mucha hambre, guerra... Eso te hace dudar y, claro, si dudas... “chungo”. Mucha gente dice que, cuando lo pasa mal, acude a Dios, y no sé qué quiere decir. Yo, cuando paso por malos momentos, acudo a mis amigos, le doy vueltas al coco, pero eso de acudir a Dios...A lo mejor, como usted nos ha leído en muchos textos, Dios está en los amigos, pero eso a lo mejor sólo me sirve a mí. Entonces volvemos a lo de antes: las guerras, hambres, inundaciones... Estas cosas no se solucionan hablando con Dios y yo pienso que si Dios existiera debería, no solucionar, sino castigar a aquellos que lo permiten: me refiero a políticos, gente con dinero. Todo esto me hace dudar, Carlos.
                                                                                                                                      Fernando

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